lunes, 5 de septiembre de 2011

Hasta siempre Pepillo....


Una terrible, traicionera e implacable enfermedad nos ha arrebatado a nuestro amigo José Bea. Desde aquí queremos darle ánimos a su mujer Montse y a su hijo Ignasi para que puedan sobreponerse a la gran pena por su ausencia.

Para sus amigos que compartíamos su pasión por los caballos, era Pepillo, una persona especial que se hacía querer por todos.

Nuestro amigo Pepillo, era ante todo un hombre bueno. Siempre estaba de buen humor y a todos nos hacía reír con sus ocurrencias. En la hípica, para todo el mundo tenía alguna de sus celebres frases, incluso para los más jovenes de la escuela.

A menudo, las personas buenas se van así, casi sin avisar. Nos quedará eternamente su jovialidad, sus ilusiones y su optimismo, que nos contagiaba a todos los que fuimos sus amigos.

Adiós Pepillo, pasaste por la vida haciendo el bien, y te echaremos de menos. Pronto estarás entrenando con tu caballo Ocle. Y si es así, si existe otra vida, espero algún día encontrarte allí para seguir charlando de caballos y verte concursar por fin en esa Repris Sant Jorge por la que tuviste que soportar nuestras bromas.

Un abrazo mi buen amigo, recuerdo que siempre le decía: “Que suerte tienes de tener un amigo como nosotros”. Ahora sé, que echaremos de menos tu marcha y solo queremos decirte: Pepillo, que suerte hemos tenido de que hayas sido nuestro amigo.


Hasta siempre cabesita….

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La muerte es la más extraña de las ausencias... Reabre interrogantes que siempre quedarán sin contestar y nos llena de dudas y sensaciones que revuelven el alma. Se acumulan las preguntas y los recuerdos, y de poco sirve haber sufrido otras pérdidas, porque cada una cuesta de asimilar lo mismo que la anterior. Hasta siempre Josep!
Vicky

Bernat dijo...

Josep,

No et podem estar-te mes agraïts, fins l’últim moment ens has donat una classe magistral de com viure la vida, amb il•lusió, optimisme, i bon humor.
No penso plorar ni una sola llàgrima, se que no hi estaries d’acord.

Fins sempre cabessita, no t’oblidarem mai.

Bernat