lunes, 10 de enero de 2011

¿Que hacer para arrancar puntos al juez? Parte II


Fuente: Trofeo Doma Clásica


El apoyo


Cada jinete debería partir de su propósito de querer montar el apoyo exactamente de punto a punto, siempre con la instrucción de mantener un trote con un autosostenimiento, ritmo e impulsión uniforme. Además el caballo debería desplazarse desde el primer tranco paralelo al lado largo y con las espaldas ligeramente adelante. La incurvación lateral longitudinal y vertical uniforme influye enormemente sobre un mantenimiento de un ritmo regular, una cadencia elástica y una armonía de los apoyos.
Las visibles deficiencias en la colocación y en la incurvación son consecuencia de unas ayudas erróneas o de una falta en la rectitud – lo que suele ocurrir muy a menudo. Ya en el momento del comienzo del apoyo, cambian las características del trote reunido fundamentalmente. Ya en los primeros trancos hacía delante, hacía el lado, a veces por un posterior interior que pisa demasiado lateral, lo que hace que la fuerza de sostén de los posteriores se vea disminuida, el apoyo se vuelve demasiado fuerte sobre las manos. Desde luego en este momento no podemos hablar de una secuencia de movimiento con un ritmo claro y expresivo, este se ha perdido.


En la pirueta



Es importante que el jinete tenga la idea de querer dar una vuelta sobre los posteriores (360º) en 6 a 8 saltos. Mientras, no puede variar el ritmo; al entrar – más en espalda adentro, no en travers –, guía la rienda interior y la pantorrilla exterior. No debe haber ninguna interrupción en el autosostenimiento del caballo que está colocado en dirección del movimiento. Dependiendo de la situación se puede evitar con la mano interior que el caballo se salga de la colocación hacía arriba y con la exterior que bucee. Con la pantorrilla exterior mantenemos al caballo bien en la línea, con la interior mantenemos el ritmo del movimiento y con la rienda exterior evitamos también que el caballo vaya girando demasiado rápido y evitamos que gire demasiado.


Cambios al tranco



Es de gran ayuda que el jinete se vaya imaginando y asumiendo que puede salir a galope a mano izquierda desde el paso, desde el trote y también desde el galope a mano derecha. Entonces ganará enseguida la necesaria comprensión para dar las ayudas correctamente y no moverá su tronco hacía un u otro lado, ni subirá el isquion en el que está sentado hasta el momento, no desplazará su nueva pantorrilla exterior demasiado, ni buscara la sensación de apretar con la nueva pierna interior.
El jinete debería activar la impulsión un poquito antes del cambio de mano, simplemente sin apresurar el ritmo, con el caballo bien cerrado, para intensificar la impulsión.
A la vez debería mantener los posteriores cerca y así el caballo se autosostiene manteniendo un contacto ligero (la ayuda de la mano es como en la salida al galope) sin ninguna ayuda lateral de la nueva pantorrilla exterior.
Las ayudas se dan como en el momento de la salida a galope en la otra mano y lo más importante de todo es que el jinete se quede sentado, absolutamente quieto.
En el caso concreto surgen por supuesto muchas preguntas acerca de estas lecciones. Pero a mi me importa aquí en este contexto simplemente que nos centremos en los errores y demos indicaciones y explicaciones para los más frecuentes.



Piafé y passage



Están entre las exigencias más altas. También estos dos aires tienen al igual que las transiciones gran influencia sobre la valoración.
Para montar estas lecciones es imprescindible tener un conocimiento exacto de sus características esenciales, una clara idea de las ayudas correctas y que evitemos los errores más garrafales.
Las principales características del piafé son: se trata de un movimiento elegante, dentro de la familia del trote, pero diagonalizado, en el sitio, que exige un alto grado de reunión, el doblamiento fuerte de los posteriores, en el que las piernas del caballo se mueven con una cadencia sostenida, esto quiere decir con un momento claro de "aguante" imprescindiblemente vertical subiendo y bajando.
Las principales características del passage son: se trata de un movimiento elegante dentro de la familia del trote, pero diagonalizado, que exige máxima reunión, el doblamiento fuerte de los posteriores y su despegue enérgico desde el suelo y el avance amortiguado de los posteriores, todo en una cadencia sostenida que subraya claramente el momento de suspensión total y que sube las manos con el antebrazo hasta la horizontal.
Estas características solamente se cumplirán si el caballo ha alcanzado un dejar pasar sin restricciones en absoluta perfección y el máximo grado de reunión.Quien quisiera ver las ayudas en mayor detalle debería consultar el reglamento de la FEI.
A nivel Inter II se pide que el piafé no tenga más de 1 m de avance desde el paso reunido, lo que sin duda tiene un mayor grado de dificultad que la entrada al piafé desde el trote o como en el GP desde el Passage. En esta transición será de primordial importancia que el paso reunido antes del piafé se monte bien cerrado pero un largo de caballo antes del piafé un poco más libre. Así le facilitamos al caballo la entrada al piafé. Sin embargo es recomendable que el jinete no deje libertad antes de un largo del caballo, porque así el jinete siempre puede aceptar la transición al piafé si el caballo lo quiere ofrecer.
En el GP comienza esta lección con el passage desde el paso reunido. En esta transición queremos sobre todo elaborar un movimiento cercano al trote (muy importante: la uniforme ayuda desde ambos isquiones, con ambas pantorrillas y con ambas riendas), a la vez que impulsamos bien hacia delante (sin apretar permanente). Con medias paradas cuidadosas y suaves recogemos el caballo y trabajamos para resaltar el momento de la suspensión, sin que estemos bloqueando con las manos el despegue y avance de los posteriores con elasticidad. En el passage el asiento debe ser quieto, las manos bajas y tranquilas, impulsar uniforme, los posteriores se incitan constantemente para despegar y avanzar marcando el momento de suspensión cada vez.
Después sigue la transición desde el passage al piafé. En este caso hay que mantener el passage sin falta hasta el punto determinado. El jinete no debe pensar en una transición desde el passage hacía el piafé, simplemente debería pensar en unas ayudas que ligeramente retroceden sin que ello impida conseguir entrar en passage en el piafé. Para ello debemos activar el passage con los posteriores bien cerrados un poquito, justo ante la transición. Y con medias paradas muy, muy cuidadosas entrar en el piafé. En el piafé nos sentamos muy quietos, y con un máximo de ayudas impulsantes - muy uniformes, esto es imprescindible – y un mínimó de ayudas retenientes, así podremos lograr un piafé de calidad.
Tanto en el piafé como en el passage es imprescindible que los siguientes errores se eviten por parte del jinete, porque suelen ser sus fallos la causa de los fallos del caballo.
Erróneos son los movimientos inquietos, y sobre todo empujantes, abruptos en el tronco. En el passage vemos a menudo un asiento donde el jinete está sentado en los muslos, donde tiene las pantorrillas apretadas y manos "tirantes". Por ello tiene que quedar claro que no se puede mejorar ni el piafé, ni el passage con movimientos intranquilos, nerviosos, tampoco podemos apretujar hasta que salga ni dar tirones al ritmo. Todas esas acciones son completamente inútiles y solamente pueden perjudicar y no ayudan a una buena imagen. Determinante es sin duda que el jinete esté capacitado para afinar con mucha sensibilidad y muy efectivamente sus ayudas impulsantes y los retenientes.
En el piafé no deberían aparecer los siguientes errores del caballo: que no diagonalice correctamente, que los trancos sean irregulares o cortos y precipitados, que el despegue de los miembros no sea fuerte ni suba las piernas lo suficiente, que el caballo estuviera detrás de la rienda; si la grupa es alta, que las manos no estuvieran ligeramente hacía delante, o si la grupa es baja como una cabra, que los posteriores estén cargando excesivo peso o que no haya cadencia o ningún momento de suspensión.
Los fallos del caballo en el passage: la colocación de la cabeza no es tranquila, y se mueve constantemente; si estuviera detrás de la rienda; si se apoyará en la rienda o la estaría empujando o arrancando de la mano del jinete; trancos irregulares; movimiento arrastrado de los posteriores; balanceo en la realización; movimiento más cercano al trote, con poca cadencia sin un claro énfasis sobre el momento de suspensión.
El nivel de una prueba se determina en gran parte por el asiento y las ayudas del jinetes, sobre todo por una coincidencia armónica de este con el movimiento del caballo y además por la sutil e invisible influencia de las ayudas en armonía con la imagen integral.
Sobre esto precisamente hablamos en este número de la revista también largo y detallado. A pesar de que solamente sea el comienzo de una serie de artículos de los que pensamos que su importancia es esencial.Aquí quisiéramos dar ayuda adicional sin duda siempre concreta para cada una de las lecciones difíciles, en que se tiene que centrar el jinete a la hora de controlar su asiento en la prueba.



Alargamientos


En la mayoría de las reprises se piden los alargamientos al trote al principio. Aquí cobra mayor importancia una postura flexible pudiendo adaptarse suavemente en el movimiento. Erróneo es la adaptación de una posición de "esquí acuatico" donde el tronco se desplaza hacía atrás, el jinete no debe subir los hombros, postura que crea tensión y rigidez y tampoco debe adaptar una posición en la que se dobla su parte media de su espalda, muchas veces combinado con una chepa y la cabeza adelantada.
Existe la opinión errónea que el jinete podría impulsar el caballo así mejor y que podría sentarse más cómodamente. El caso se vuelve grave cuando añadimos unas pantorrillas que golpean el caballo al ritmo, rodillas abiertas, codos abiertos y manos intranquilas y dobladas (posición de llevar el carrito de la compra).
Respecto a la posición del jinete en los alargamientos al galope podríamos enumerar los mismos fallos en el jinete como para el trote, suelen coincidir si el vicio está arraigado. El tronco debe permanecer absolutamente tranquilo porque un tronco que se mueve hacía delante y hacía atrás pierde su influencia impulsante, y sobre todo molesta la actividad del dorso del caballo, además produce la impresión de trabajo cansado y se encuentra en completa oposición a la característica imprescindible de la absoluta ligereza y la falta absoluta de esfuerzo que queremos ver en las pruebas.
A la hora de los cambios por la diagonal o a lo largo del lado largo al galope medio y galope largo suele ocurrir que los caballos cambien anticipadamente, quiere decir que el caballo anticipa el cambio por si mismo sin esperar a la ayuda del jinete, por ejemplo cuando había que seguir en trocado. Este error se deduce exclusivamente sobre que el jinete no ha estado suficientemente claro o suficientemente tranquilo sentado, por ejemplo en el galope a mano derecha. Si el asiento del jinete es impecable el caballo que se encuentra confirmado en las ayudas nunca cambiará solo.
No deben colgar las riendas para nada, ni estar un poquito holgadas, hay que mantener una conexión impecable. Si no será casi inevitable que el caballo bucee, o que el caballo se defienda contra el contacto y vaya pisando irregular hacía atrás. Un contacto suave y uniforme y constante con una medida correcta de las riendas facilita la regularidad en el paso atrás y también la seguridad en el autosostenimiento.
En los alargamientos al galope suelen entrar los posteriores con facilidad hacía el interior y entonces desmejoran la rectitud de esa forma. Esto se puede evitar al montar los alargamientos ligeramente en espalda a dentro. Sin embargo cuidado con la colocación del cuello del caballo, nunca debería ser demasiado al interior.
Es importante que el jinete mantenga el tronco recto y quieto durante el apoyo, sin embargo no se debe "torcer", sino simplemente pesar algo más sobre el esquión interior, sin embargo nunca doblar la cadera interior. La pierna interior pisa bien en el estribo interior, y la pantorrilla está muy en contacto con el tronco del caballo, suavemente "sintiendo pelo", cerca de la cincha, la pantorrilla exterior está desplazada hacía detrás, no demasiado!! Las manos no deben subir y los codos deberían mantenerse pegados al cuerpo.



Piruetas


Al montar la pirueta hay que aligerar la mano entre la primera llamada de atención al entrar y la entrada. El caballo tiene que masticar el filete y empujarse ligeramente hacía atrás, estar ligerísimo en la mano. Durante la pirueta no debemos influir con la mano lo mas mínimo hacía atrás y el tronco del jinete tiene que quedar absolutamente quieto y no realizar unos movimientos "ayudantes".
Además sobre todos estos detalles hay que tener en cuenta lo siguiente: El asiento del jinete y el aire del caballo están interconectados en todo momento y relacionados. El aire del caballo influye en el asiento pero también el asiento influye en el aire de la misma forma. Esto requiere del jinete que esté capacitado de mantener la postura de su cuerpo sin ninguna rigidez o forzamiento en todo momento y que su punto de gravedad esté siempre en coincidencia con el de su caballo.
Finalizamos: puede ser útil la atención a todos estas indicaciones para montar mejor su reprise en un concurso. Cuyo ideal es y será siempre la claridad del aire y la ilimitada descontracción del caballo así como una reunión basada en el dejar pasar del caballo, desde donde sale el caballo recto y con los posteriores bien acercados en una colocación de cabeza y cuello absolutamente autosostenida con un ligerisimo contacto y una máxima medida de impulsión, suspensión y expresión, desarrollado.
Así sigue el caballo durante las lecciones con máxima exactitud confiado, atento y obediente a las ayudas del jinete en todo momento.

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